Una de las plantas del Frigorífico Penta esta ubicada en Bernal Oeste, partido de Quilmes. Ayer, sus puertas fueron escenario de una feroz represión policial hacia los trabajadores que sostenían una permanencia para exigir el cobro de los salarios del mes de marzo y la continuidad de sus puestos de trabajo.

La empresa paralizó la producción y decidió cerrar el pasado 18 de marzo, con lo cual más de 250 familias quedan en la calle. El dueño del frigorífico es Ricardo Bruzzese, quien también es presidente de la Cámara Argentina de la Industria de la Carne.

Se había llegado a una conciliación obligatoria y la empresa no la aceptó. En ese marco los trabajadores ayer realizaron una olla popular y la policía bonaerense desató la violencia con el saldo de al menos 10 obreros heridos con balas de goma. 

 

En las esferas gubernamentales nadie admitió haber dado la orden para reprimir. Tanto Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, como el gobernador bonaerense Axel Kicillof deslindaron responsabilidades. Mendoza manifestó que "de ninguna manera el Municipio de Quilmes avala la represión sufrida por los trabajadores" y Kicillof declaró en un programa televisiso por la noche que "los policías fueron apartados porque la orden era no reprimir". 

 

La presencia en el lugar del ministro de Seguridad de la provincia, Sergio Berni, luego de la represión, generó más polémica al no responder el pedido de los trabajadores de la presencia de las autoridades municipales.

 

“Una vez más el gobierno y las empresas no dan respuesta a las demandas legítimas de la clase trabajadora y en cambio muestran la peor cara, que es la represión”, sostuvieron.

Por su parte, la  Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Carne y Afines de la República Argentina (FESITCARA) anunció que paralizará sus actividades en todas las plantas frigoríficas del país el próximo lunes 13 de abril, en contra de a represión y los abusos patronales.